Entonces soplaré, soplaré hasta cansarme...
En ese instante, entra Caperucita, en busca del lobo feroz, porque lo necesitaba para su cuento.
En ese instante, entra Caperucita, en busca del lobo feroz, porque lo necesitaba para su cuento.
- Lobo, lobo he venido por ayuda. Pues al lobo de mi cuento lo han echado por enamorarse de mi abuelita y por querer fugarse con ella.-dijo Caperucita.
-Pero estoy ocupado, tengo que tirar la casa de estos tres gorditos y debo decirte que no es nada fácil. Ni bien termine de tirar la casa abajo y los coma, iré detrás de las plantas y haré mi actuación.- dijo el lobo.
Y dicho y hecho, fue al bosque de Caperucita, hizo su actuación, engañó a la niña y llegó antes a la casa de la abuela.
Caperucita entra a la casa y ve a la abuela.
-Abuelita ¡Qué ojos tan grandes tienes!-.
-Ay, ¿Viste?, hoy me hicieron las pestañas- dijo la abuelita.
-Abuelita ¡Qué ojos tan grandes tienes!-.
-Ay, ¿Viste?, hoy me hicieron las pestañas- dijo la abuelita.
-Abuelita, ¡Qué ojos tan grandes tienes!-.
-Sí, me los hizo el dentista, son postizos-.
-Lobo, ¿No tenías que comer a mi abuelita? y... ¿Qué hacés abajo de la cama?- Preguntó Caperucita.
-Mm... Es que llegué tarde- dijo el lobo.
-Pero.. ¡AY DIOS, ES INCREÍBLE!. No voy a contratar más lobos, son unos tontos.
-Me voy, pero... ¡Qué linda estás abuelita!
-Son todos iguales, se enamoran de mi abuelita, mi abuelita del cazador, y yo del príncipe de la Bella Durmiente.
-¡Al final, era mejor quedarme con los chanchitos!- Dijo el lobo.
-¡Al final, era mejor quedarme con los chanchitos!- Dijo el lobo.
Y colorín colorado,
Terminaron todos peleados.
Victoria S., Laura M., del grupo LEN.GUA.
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